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California y Texas: dos estados fronterizos de progreso
Por Javier Arreola y Patricio Gutiérrez Velarde.
Varios estados de la Unión Americana son conjuntos de ciudades con economías e industrias propias. California y Texas son ejemplo para los demás estados en progreso económico, político y social.
El tamaño de las economías de ambos estados los convertiría en Estados-País. El PIB de la economía de California lo haría el 10º país del mundo, mientras que Texas sería el 14º, ambos por encima de México. Ante ello cabe preguntarse, ¿cuáles son sus modelos de crecimiento? ¿En qué se parecen y diferencian? ¿Cuál es el estado de sus relaciones con México?
En pocos años, California pasó de la parálisis por la división entre partidos a la apuesta de la población por un modelo partidista y de desarrollo, con una agenda de centro-izquierda. El estado basa su crecimiento en trabajos de alta especialización, complementándolo con otras posiciones de servicio que requieren poca capacitación. California tardó en recuperarse de la Gran Crisis, pero gracias a su innovación tecnológica y el aumento de la productividad ha logrado un crecimiento sostenido. Sus empresas, pequeñas y grandes, están teniendo resultados extraordinarios.
Han aumentado los salarios, los impuestos y el número de personas inscritas en el sistema de salud, por lo que el presupuesto volvió a tener números positivos. Además, tiene la distribución demográfica más parecida a la que tendrá EE. UU. en 2050 y es el primer lugar en generación de empleo, arrebatando el puesto a Texas.
Texas, en cambio, tardó poco en salir de la Gran Crisis y fue decisivo para expandir la dinámica de crecimiento a todo Estados Unidos. Por años, fue el estado con mayor creación de empleo; tan sólo en 2014 se añadieron 393 mil. Texas utiliza un modelo económico tradicional con una agenda de centro derecha, con la menor regulación posible, bajos impuestos, pro-negocios y con una diversificación de industrias –construcción, manufactura, tecnología y agrícola–, siendo la energética la más importante. La gran ventaja de Texas en la actualidad es el valor de las bienes raíces, que es 30% más barato que la media nacional.
El hecho de que México colinde con los dos estados más boyantes de la Unión Americana es una oportunidad inmensa de desarrollo bilateral y progreso compartido. 37% de los mexicanos en EE. UU. se establecieron en California, por 21% en Texas. Sin embargo, la relación es heterogénea.
Por un lado, California está anunciando iniciativas con México y promoviendo tanto negocios como inversión. La región San Diego-Tijuana es más dinámica que nunca. La evolución de las políticas fronterizas, migratorias y de negocios de California están cerca de lograr que el estado del oeste sea la voz cantante de la relación entre los estados fronterizos.
Por el otro lado, Texas, de forma bipolar, está más integrado económicamente con México, pero está más distante políticamente, especialmente por la militarización de la frontera.
La mejora necesaria en las relaciones políticas debe preocuparnos y ocuparnos: México es el socio comercial número uno de Texas y es una valiosa fuente de inversión extranjera directa.
Debemos cambiar la imagen que interpreta a la frontera como una zona peligrosa que requiere principalmente de intervención militar. Si bien se tiene que asegurar la frontera, las respuestas deben ser más audaces: menos muros, más inteligencia y comunicación también pueden hacer fronteras más seguras. Más barreras en las fronteras retrasan una fuente inmensa de bienestar económico y cultural.
La importancia de esta relación es mayúscula. Ante la polarización nacional y el impasse legislativo, serán los estados y los condados quienes implementen políticas que requieren ser innovadoras y efectivas. La forma y fondo de sus políticas de seguridad, comercio, migración, desarrollo y disminución de la desigualdad serán emuladas por otros estados, y posiblemente a nivel nacional.
La innovación en dichas políticas y la confianza entre instituciones, seguirán siendo cruciales para mantener un buen clima de negocios en ambos estados y continuará como ejemplo para nuestros países.
Publicada en Revista Empresarios AEM el 8 de junio de 2015.
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