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Huawei: en la mira de Trump
Las medidas de Trump contra Huawei no son un tema nuevo. Vale la pena entender el conflicto, pues cambiará los servicios que reciben los usuarios.
En mayo de 2018, la administración Trump emitió una orden ejecutiva aduciendo motivos de seguridad nacional para prohibir la contratación de proveedores tecnológicos extranjeros por parte del gobierno. También colocó a Huawei en la “lista negra”, lo que le prohíbe vender productos en territorio estadounidense e impide a las tecnológicas suministrarle semiconductores, claves para su negocio.
La decisión coincide con el enfriamiento de las negociaciones para terminar con la guerra comercial EE.UU.-China, pero la medida debe tomar a pocos por sorpresa. Entre las batallas del gobierno estadounidense contra Huawei se encuentran las siguientes:
- Reguladores bloquearon que Huawei comprara las empresas de servidores de redes 3Com en 2010 y 3Leaf en 2011.
- En 2012, un reporte del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes argumentó que compañías como Huawei y ZTE podrían instalar “implantes maliciosos” en EE.UU. Desde entonces, la administración Obama recomendó al gobierno no comprar equipos Huawei.
- En 2017, el gobierno chino aprobó la Ley Nacional de Inteligencia, que indica que las organizaciones y ciudadanos chinos deben apoyar, cooperar y colaborar con el trabajo nacional de inteligencia. Esto escaló la preocupación de que el gobierno chino podría pedir incorporar “puertas traseras” en los equipos Huawei para accesar, sabotear o espiar. Huawei siempre ha negado esta acusación.
- En febrero de 2018, oficiales de inteligencia estadounidense alertaron en contra de la compra de teléfonos Huawei y en abril, el Pentágono prohibió la venta de productos de la empresa en bases militares.
- En agosto, Trump firmó una ley que prohibió por dos años el uso de tecnologías de Huawei y ZTE por parte del gobierno estadounidense.
- En noviembre, el fiscal general lanzó la Iniciativa sobre China, una estrategia para limitar la expansión china y sus amenazas a la seguridad nacional estadounidense.
- En diciembre, autoridades canadienses detuvieron a Meng Wanzhou, CFO e hija del dueño de Huawei, por petición del gobierno de EE.UU. Wanzhou sigue cautiva a la fecha.
- En enero de 2019, el Departamento de Justicia acusó a la compañía de violar sistemáticamente sanciones contra Irán y robar secretos industriales de T-Mobile.
- A lo largo del año, el gobierno estadounidense ha presionado a sus aliados para que abandonen a Huawei. Al momento, Australia prohibió la compra de equipos 5G, y Nueva Zelanda canceló una puja para proponer la red 5G, mientras que Reino Unido, Japón y Canadá anunciaron revisiones de seguridad.
- En mayo, luego de la orden ejecutiva de Trump, empresas como Google, Qualcomm, Intel, Panasonic y Vodafone modificaron su relación comercial y hasta rompieron vínculos con Huawei.
Las medidas de la administración Trump trajeron consecuencias negativas para Huawei, entre las que destacan una caída en la bolsa de valores, un severo golpe a la marca comercial y una desvalorización importante en el mercado de intercambio y reventa. La compañía aseveró que seguiría proveyendo de actualizaciones de seguridad, se enfocaría en mejorar su oferta de valor habitual y que tendría pronto listo un sistema operativo propio. Interesantemente, en China, el bloqueo desató un sentir nacionalista por el que algunos chinos que tenían teléfonos de Apple compraron un teléfono Huawei.
Vale la pena recordar el corazón del conflicto: EE.UU. y otros países de occidente desconfían de la ascendente China, especialmente en tecnología, seguridad nacional y políticas tanto económicas como comerciales. Sin embargo, es importante subrayar que, EE.UU. aún no ha presentado pruebas contundentes contra la empresa. Históricamente, lo más cercano a ello es la copia que aceptó Huawei en 2003 de un código de Cisco y la acusación en 2018 de la Unión Africana de encontrar datos comprometidos en su corporativo en Etiopía.
Las cartas fuertes de Huawei
Huawei no es una empresa cualquiera, sino uno de los campeones tecnológicos chinos. No será sencillo detener a la compañía solo con estas medidas, ya que tiene las siguientes cartas por jugar:
- Costos: La estrategia de bajo costo de Huawei la vuelve un proveedor irresistible para muchos países del mundo. Su penetración de mercado actual —tercer fabricante mundial de smartphones en 2018— y su integración con muchas industrias vuelven muy complicado que una restricción nulifique a Huawei. Más aún, la prohibición incrementará los costos de la industria en el corto y mediano plazo.
- Áreas rurales: La estructura de telecomunicaciones en EE.UU. depende mucho de Huawei, debido a que es un proveedor muy barato de equipo de transmisión y de smartphones. En la práctica, es indispensable para lograr cobertura en zonas rurales.
- Cadenas de valor: Huawei también participa en otras cadenas de valor como infraestructura, equipo electrónico y otros componentes de redes.
- Buenas relaciones: Huawei tiene cerrados convenios y programas piloto con países de África y de Europa, especialmente en materia de 5G. La prohibición de parte de EE.UU. polarizará a los diferentes bloques geopolíticos; algunos perciben a Huawei como rival mientras que otros no la ven como amenaza, o hasta la consideran un socio estratégico.
- Terreno legal: Huawei ha aumentado de forma relevante su gasto en abogados y cabilderos en los últimos años, por lo que están listos para dar batalla en las cortes estadounidenses.
Conclusiones
La persona de a pie identifica a Huawei más por su negocio de smartphones —su negocio más rentable— que por el de redes, lo que ha causado confusión sobre posibles afectaciones. En México, hay más de 10.1 millones de teléfonos Huawei, por lo que el caso les podría afectar a los usuarios próximamente: ¿será que ya no puedan actualizar aplicaciones populares? ¿Se volverá Huawei un proveedor de plataformas?
Las implicaciones globales son mayores. El movimiento incrementó la dependencia de Huawei del gobierno chino. La empresa tiene que actuar rápidamente para evitar una estampida de clientes. Asimismo, existe el riesgo de que la disputa contagie a otras industrias, afectando a empresas que venden y/o manufacturan en China.
Finalmente, no perdamos de vista que la verdadera batalla es en el terreno del 5G, donde Huawei es clave al tener una veintena de contratos nacionales para facilitar la tecnología y al ser el mayor fabricante de equipos de telecomunicaciones del mundo, con 28% del mercado. Pero, ¿qué es el 5G y por qué importa? Eso lo analizaremos en el próximo texto.
Publicada el 5 de junio de 2019 en el Foro Económico Mundial.