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Pemex hacia la Reforma Energética, Parte II: Destilando lo mejor de las Iniciativas del PAN, PRI, y PRD
Parte I: 10 claves para entender los cambios que impactarán en México y los mexicanos
“El mejor negocio del mundo es el petróleo bien administrado; y el segundo mejor negocio del mundo es el petróleo mal administrado.” Frase atribuida a John D. Rockefeller, el empresario petrolero que acumuló la mayor fortuna en la historia de la humanidad.
La última semana ha permitido digerir las iniciativas de reforma energética, especialmente de Pemex, que han presentado los principales partidos de México –PAN, PRI (que apoyará al Gobierno Federal), y PRD, siguiendo el orden de presentación- además de otras organizaciones como el Instituto Mexicano de la Competitividad. La reforma ha concentrado la atención de políticos, empresarios, académicos, especialistas y medios de comunicación, tanto nacionales como extranjeros para saber qué decidirá nuestro país en materia energética.
En la primera parte “10 claves para entender los cambios que impactarán a México y los mexicanos”, se analizó a Pemex como un problema multidimensional y no como uno de indicadores económicos. En esta segunda parte, se identificará lo mejor de las iniciativas presentadas por los principales partidos políticos de México, en donde cada una responde a su manera a la pregunta, ¿cómo rentabilizar los abundantes recursos energéticos de México?
Como antecedentes, se tiene que el PAN presentó a temprana hora la iniciativa más agresiva. Le siguió la iniciativa del Gobierno Federal, cuya presentación se pospuso varias veces, y que será apoyada por el PRI. Finalmente, se presentó la postura del PRD, elaborada alrededor de Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del Presidente artífice de la expropiación petrolera.
1.- Factor Cultural y modificaciones a la Constitución o sus leyes secundarias
La iniciativa del PAN parte de las siguientes premisas: Los yacimientos se han agotado, la demanda de inversión que sobrepasa las capacidades del gobierno, falta tecnología, y debe disminuir la importación de energéticos refinados. Ante ello, el PAN no hace alegoría alguna a Lázaro Cárdenas y propone un paradigma nuevo: Pemex es un operador pero no es dueño del petróleo ni tiene exclusividad sobre él. Por tanto, el PAN propone reformar la Constitución en sus artículos 25 (añadiendo el concepto de “sustentabilidad”), 27 (permitiendo concesiones y contratos, y fortaleciendo a la Comisión Nacional de Hidrocarburos) , y 28 (eliminando la facultad de exclusividad del Estado sobre los sectores energéticos más importantes).
La iniciativa del Gobierno Federal parte de las siguientes premisas: Gracias a las innovaciones tecnológicas y a trabajos de exploración, se ha encontrado que México tiene vastos recursos energéticos que se encuentran en yacimientos no convencionales, que requieren de apertura para ser explotados. El Gobierno Federal decidió usar a Lázaro Cárdenas como un estandarte al retomar palabra por palabra el texto del artículo 27 de la Constitución propuesto por éste en 1938, de forma que permita celebrar los contratos de utilidad compartida del Gobierno con Pemex y/o particulares, para exploración y extracción –los negocios de máxima rentabilidad-. Además, contempla permisos del Gobierno con particulares en los demás sectores energéticos. Finalmente, confirma la propiedad de la nación sobre los hidrocarburos.
La iniciativa del PRD parte de las siguientes premisas: Pemex requiere de una modernización gradual, que no necesite modificar la Constitución y que “evite a toda costa su privatización”. Cuauhtémoc Cárdenas también usa la figura de su padre, defendiendo que los artículos constitucionales 25, 27, y 28 seguirán intactos.
De esta forma, encontramos que el PAN presenta la reforma más liberal, pero también alejada de la idiosincrasia mexicana. Simultáneamente, el PRI y el PRD luchan por encarnar la legítima representación del pensamiento cardenista. El PRI toma en consideración la legitimidad y consistencia de su propuesta con la historia. Se ha dado cuenta que vincular su propuesta con Cárdenas no es suficiente para convencer a la izquierda de sumarse al consenso. El PRD apoya la bandera de Cuauhtémoc Cárdenas, que contraataca publicando documentos personales de su padre, que sugieren que el PRI es consistente con la situación de 1938 pero no el pensamiento de Lázaro en las décadas siguientes.
2.- Contexto Político
El PAN ha estado muy pendiente de su polémica reforma de estatutos, que ha sido muy desgastante. Ha dado la impresión de que apenas se puede concentrar intermitentemente en la Reforma Energética. El Gobierno Federal es apoyado por el PRI y Luis Videgaray es el principal negociador; ya se ha reunido con los tres partidos. El PRI apoya la reforma del Presidente, pero existe un pequeño sector escéptico que tiene una opinión más tradicional sobre Pemex. Por tanto, Peña Nieto ha buscado aprobar su reforma anteponiendo el consenso del Pacto por México.
Las izquierdas merecen un apartado. Por un lado, Andrés Manuel López Obrador anunció su propio movimiento para defender el petróleo. Pero ha sido Cuauhtémoc Cárdenas el político resucitado por la reforma, agrupando el apoyo de las diferentes tribus –desde los Chuchos hasta Ebrard-, delineando la reforma del PRD y las acciones de consulta ciudadana. Tomó desprevenido al Gobierno al buscar un plebiscito basado en la reciente reforma al artículo 35 de la Constitución.
3.- Ingresos Presupuestarios e Impacto de las Reformas
La iniciativa del PAN plantea que el ingreso petrolero disminuirá paulatinamente del Presupuesto de Egresos. El Ejecutivo deberá implementar en menos de 10 años un plan de adaptación para disminuir la dependencia fiscal de los recursos petroleros. La Cámara de Diputados determinaría qué parte del Fondo Mexicano del Petróleo será incorporada al Presupuesto, y que al final de los 10 años no podrá ser mayor al 50 por ciento de los recursos captados por el Fondo. El PAN espera que el PIB crezca de 1 a 2 puntos porcentuales adicionales.
La iniciativa del Gobierno Federal plantea un nuevo régimen fiscal para Pemex que vendrá en la reforma fiscal que se presentará en septiembre. Así, el Estado seguirá siendo dueño de la renta petrolera y le daría un enfoque de largo plazo. Según sus cálculos, México tendría cerca del 1 por ciento más de crecimiento económico para 2018 y 2 por ciento más para 2025.
La iniciativa del PRD busca que la paraestatal cuente con un mayor flujo de efectivo. Propone un cambio en el régimen fiscal para disminuir paulatinamente la tasa de impuestos sobre la producción petrolera, del actual 70 por ciento al 62.5 por ciento en cuatro años. Sin embargo, no detalla el impacto del comportamiento en el PIB ni menciona el número de empleos que se generarían cada año.
Encontramos que las prioridades en el corto y mediano plazo son diferentes entre las propuestas. La clave está en la pregunta, ¿Pemex se puede salvar cambiando hacia un régimen fiscal más flexible? ¿Le damos la oportunidad o la damos por perdida? Más criticable es la danza de cifras halagüeñas y sonrientes que presentan el PRI y el PAN, que no sustentan cómo lograrán esos niveles de crecimiento Igual hay que subrayar la falta de estimación de impacto en la propuesta del PRD.
4.- Estructura Legal, Políticas Públicas, Propiedad de los Hidrocarburos, Papel de Pemex y de la Iniciativa Privada
La iniciativa del PAN trae cambios profundos y creativos, pues los operadores –incluyendo Pemex y la iniciativa privada- recibirían una remuneración por las actividades que realicen a través de licitaciones públicas. De esta forma, las empresas podrán competir o asociarse con Pemex para tener concesiones de exploración y producción de petróleo y gas shale, además de competir o asociarse con las subsidiarias de Pemex para realizar actividades alrededor de los productos refinados. La Comisión Reguladora de Energía sería la responsable de los permisos o concesiones; se crearía el Fondo Mexicano del Petróleo para encargado de administrar y recibir los recursos generados por la explotación de los energéticos; y la Comisión Nacional de Hidrocarburos se volvería autónoma. Finalmente, habría concesiones manejadas a través de la Secretaría de Energía.
La iniciativa del Gobierno Federal retomó “palabra por palabra” el texto del artículo 27 de la Constitución propuesto por Lázaro Cárdenas al Congreso. De esta forma, se podrán celebrar contratos de utilidad compartida, abriendo la participación a la inversión privada. Se crearía una nueva empresa para explorar y producir gas. Pero la propuesta omite pronunciarse sobre la autonomía de la Comisión Nacional de Hidrocarburos y de la Comisión Reguladora de Energía. Por tanto, permite los contratos de utilidad compartida en exploración y producción, abriendo la participación de la inversión privada. Además, reestructura a Pemex y sus subsidiarias, pasando a (1) Exploración y Producción, y (2) Transformación Industrial.
La iniciativa del PRD propone ampliar las facultades de la Comisión Nacional de Hidrocarburos hacia un organismo descentralizado y fortalecer la Secretaría de Energía. También se crearía un Fondo de Excedentes Petroleros. Por tanto, la puerta al capital privado está totalmente cerrada. También propone la integración de las cuatro subsidiarias de Pemex en una sola empresa para aprovechar economías de escala, poder de negociación, eficiencia operativa y evitar multiplicar funciones. Finalmente, convierte el Fondo de Estabilización de Ingresos Petroleros en un organismo financiero y crea una Estrategia para la Integración de Contenidos Nacionales Crecientes.
De esta forma, la propuesta de PAN procura un marco institucional robusto pero demasiado amplio, que atañe a demasiadas instituciones con actividades muy divididas. La propuesta del gobierno trata de consolidar operativamente –o por alta y baja utilidad- las actividades petroleras, mientras que la propuesta perredista propone una cirugía menor en este aspecto, al tiempo que regresa a la paraestatal a un esquema similar al que tenía hace 20 años, que es apoyado por instituciones financieras de apoyo.
5.- Pemex y la Secretaría de Hacienda
La propuesta del PAN pasa ambiciosamente por dotar a Pemex de autonomía financiera y de gestión, mientras que la propuesta del PRI dice que Pemex tendrá más autonomía, buscando eficiencia, e invertirá sus ganancias “donde más le convenga”.
La propuesta perredista reforma a la Ley de Pemex para convertir a la paraestatal en una empresa pública con autonomía presupuestal y de gestión. Más aún, contempla sacar a Pemex del presupuesto federal anualizado. Además, continúa con el subsidio combustibles y electricidad.
En este apartado encontramos que las propuestas coinciden, con mayor o menor precisión, en disminuir la incidencia de la Secretaría de Hacienda sobre Pemex. Con la reforma del PAN, Pemex tomaría decisiones como una empresa más. Con la reforma del PRI, Pemex podría pecar de omisión y dejar de participar en los concursos que considere. Con la reforma del PRD, Pemex tendrá que seguir ejecutando cada actividad y proyecto.
6.- Recursos Humanos
Según la iniciativa panista, se crearían 100 mil nuevos empleos cada año. Según la iniciativa priísta, con las nuevas empresas habrá cerca de 500 mil nuevos empleos en el sexenio y 2.5 millones más para 2025. La propuesta perredista no detalla su impacto. Queda plantear, si Pemex es una de las petroleras más grandes e ineficientes, la lógica no dicta argumentar la creación neta de empleos en toda la industria energética. Las propuestas fallan en atender el problema de las jubilaciones, además de la transición generacional de los técnicos y especialistas.
7.- Baja de la Producción
Las propuestas fallan en especificar en cuánto aumentaría la producción de barriles por día. Esto demuestra que las iniciativas priorizan los indicadores económicos sobre los técnicos. Por tanto, encontramos escenarios inciertos para saber en cuánto aumentaría la producción.
8.- Retos Técnicos, Científicos e Ingenieriles
La propuesta del PAN impulsa las energías renovable y promueve el gas natural como combustible de transición derivado de la apertura de exploración del gas shale. La propuesta del PRI también permite invertir en el desarrollo tecnológico y la adopción de fuentes de energía como la solar, la eólica y el gas.
La propuesta del PRD pasa por promover las cadenas de valor de la industria petrolera. Además impulsa la investigación científica en el tema de la generación de energía y los recursos renovables y refuerza la vinculación de los institutos de investigación con las empresas del sector energético.
De esta forma encontramos que mientras el PAN y el PRI se concentran en propuestas acotadas y basadas en la compra de tecnología, el PRD se concentra en una solución local, que impulsa la investigación mexicana, pero que será muy lenta. Se debería considerar una solución híbrida, comprando y transfiriendo tecnología en el corto plazo, y desarrollando la propia a partir del mediano plazo.
9.- Ciclo de Vida de la Economía del Petróleo y la Seguridad Energética
Las iniciativas del PAN y el PRI anteponen el crecimiento en el corto y mediano plazo. El caso más importante es el del gas shale, con un margen de ganancia mucho menor –pero atractivo si se compara con otros negocios- y que requiere una amplia transferencia tecnológica. En ambas propuestas, la explotación del shale tendría una alta incidencia del capital privado.
La iniciativa perredista apuesta más por la seguridad energética, pronunciándose por negocios mucho menos rentables o que incluso generan pérdidas. Propone incrementar la exploración y reposición de reservas con el mínimo de 100 por ciento de los volúmenes actualmente extraídos. También propone aumentar la capacidad de producción, además de refinación hasta en 600 mil barriles diarios, los cuales podrían estar disponibles en el año 2017.
10.- Corrupción
Las propuestas abordan someramente el tema de la corrupción. Las propuestas del PAN y PRD coinciden en eliminar a los cinco representantes sindicales del Consejo de Administración de Pemex. En cambio, la propuesta del PRI no toca al Sindicato. En la parte de gestión, el PRI propone “mayor transparencia al interior de Pemex” facilitando que los ciudadanos consulten los contratos.
Queda la pregunta, si sabemos que Pemex tiene problemas de transparencia y corrupción en diferentes áreas, ¿son estas medidas suficientes?
Conclusión: ¿Cómo caracterizar a las Reformas? ¿Qué les falta?
Hemos destilado desde diferentes ángulos las diferentes propuestas de Reforma, encontrando que cada una tiene diferentes fortalezas y debilidades. En un esfuerzo por sintetizarlas en una sola frase, propongo las siguientes oraciones.
- Propuesta del PAN: “Pemex debe volar sola, hacer las asociaciones que necesite, y competir como una empresa más.” Queda la pregunta, ¿Pemex está lista?
- · Propuesta del PRI: “Pemex no puede con sus obligaciones por lo que ya no será la única empresa que puede explorar y extraer petróleo. Si bien los energéticos serán mexicanos, las ganancias las tendremos que compartir.”
- Propuesta del PRD: “La Reforma a Pemex debe ser con los recursos que México tiene a su alcance, aunque sea un proceso más lento. Lo principal es garantizar la seguridad energética, conservando el monopolio paraestatal.”
Ahora bien, las reformas carecen entre otras cosas, de los siguientes aspectos fundamentales:
- Resolver el problema económico de las Pensiones: Es difícil imaginar la supervivencia de una empresa en la que sus pensiones tienen un costo billonario.
- Detalle en la metodología de sus estimaciones y en el plan de acción: En general, las reformas cambian las reglas del juego pero no especifican las nuevas reglas. Dicen qué harán pero no cómo.
- Corrupción: El problema de la corrupción no se atendió con suficiencia.
- Conflictos de interés: No atiende los múltiples conflictos de interés de sus ex Directivos, quienes tienden a trabajar en empresas energéticas privadas. Así, Carlos Ruiz Sacristán y Jesús Reyes Heroles están en OHL, mientras que Juan José Suárez Coppel está en Jacobs Engineering Group y Georgina Kessel está en Iberdrola.
Dentro de las empresas privadas, las estadounidenses ExxonMobil y Chevron (expulsada en 1938), la inglesa British Petroleum, la china Petrochina, la holandesa Shell, la noruega Statoil, y la brasileña Petrobras, ya tienen lista la chequera.
El papel de los partidos llama la atención. La actuación del PAN hace pensar que será sacrificada como propuesta demasiado liberal, mientras que la división del PRD hará difícil que su reforma sea aprobada. Cabe destacar que una alianza PRI-PAN apoyada por otros partidos menores podría hacer que prospere la reforma priísta, pero Enrique Peña Nieto trata de ser más elegante, pensando obsesivamente en su legado. Tratará de evitar disturbios y una situación política convulsa que podría espantar a los inversionistas que intenta atraer.
El debate energético es de suma importancia. Ahora que se va reformar a Pemex, independientemente de si se abre o no se abre a la inversión privada, la ejecución deberá ser muy buena. Una reforma deficiente traerá consecuencias muy negativas.