ICOs o levantar capital, ¿con criptomonedas?

ICOs o levantar capital, ¿con criptomonedas?

Las ICOs se convirtieron en 2017 en el instrumento estrella de la comunidad tecnológica para levantar capital. En 2018, el debate se profundiza y los reguladores toman nota.

Por Javier Arreola y Juan Carlos Murillo*

Durante décadas, las compañías han recurrido a la Oferta Pública Inicial (IPO, en inglés) para levantar grandes cantidades de capital en poco tiempo. En una Oferta Pública Inicial se venden acciones de una compañía privada por primera vez al público, generalmente a inversionistas acreditados.

Similarmente, en una Oferta Inicial de Moneda (ICO, en inglés) se busca levantar capital públicamente, pero en este modelo los inversionistas no reciben acciones, sino unidades de una criptomoneda nueva, a cambio de una aportación monetaria, la cual es comúnmente realizada con una de las principales criptomonedas como Bitcoin o Ether, coloquialmente conocido como “Ethereum”.

Considerando que este instrumento tiene el potencial de transformar para siempre el levantamiento de capital, vale la pena preguntarse, ¿qué son y en qué consisten las ICOs? ¿Cuáles son sus bondades? ¿Qué riesgos tienen y qué hay sobre su regulación? Y, ¿qué recomendaciones han dado especialistas a los entusiastas de las ICOs?

¿Qué son las ICOs y cómo funcionan?

Las ICOs están basadas en tokens, o unidades virtuales de valor emitidas por entidades privadas. Los tokens pueden tener diferentes usos, como respaldar derechos, transferir datos o realizar un pago, pudiendo admitir diferentes atribuciones de valor. Existen dos tipos principales de tokens:

  • Token de moneda – Se utilizan principalmente como almacenamiento de valor y se obtienen como premio por “minar” activos del blockchain. La Commodity Futures Trading Commission (CFTC, por sus siglas en inglés) de EU los considera un commodity. Ejemplos: Bitcoin y algunos alt-coins como Bitcoin Cash, Litecoin, y Monero. Se les dice alt-coins, a los tokens que son variantes del Bitcoin o que tienen su propia plataforma blockchain.
  • Token de utilidad o aplicación – Se utilizan para realizar diversas funciones en la plataforma, como realizar un pago (de propósito específico) y en algunas ocasiones, como un híbrido, donde además de habilitar funciones, se almacena valor. Ejemplos de la primera incluyen Storj, Golem y BAT, mientras que entre los ejemplos de la segunda se encuentran EOS, Ethereum, y NEO.

De acuerdo con el marco legal actual, un token de valor es la representación de un activo en el mundo real y debe cumplir con la regulación existente del activo en cuestión. Así, han aparecido propuestas formales como Science (SCI) —una incubadora fondeada a través de una ICO que invertirá en compañías basadas en blockchain— o Blockchain Capital (BCAP) —una empresa de capital de riesgo fondeada a través de una ICO que invertirá únicamente en los sectores de tecnología y criptomonedas.

Una venta de tokens tiene cuatro pasos:

  1. Creación de token – Una compañía crea un token basado en blockchain para ser promovido ante inversionistas y otros jugadores.
  2. Inversionistas pagan por el token – Los inversionistas intercambian dinero u otras criptomonedas, como Bitcoin o Ethereum, por el token nuevo. Esto a través de un smart contract en la blockchain o directamente a la empresa.
  3. Inversionistas reciben el token – Los inversionistas reciben el token emitido por la empresa a cambio. Ellos pueden guardarlo en su monedero o wallet para luego revenderlo o usarlo en la plataforma.
  4. La compañía recolecta el pago – El pago de los tokens se destina al proyecto; la compañía puede conservarlos o revenderlos, para invertirlos en el proyecto.

El token otorgado en la ICO no implica un porcentaje de participación en la compañía. Sin embargo, muchas compañías sostienen que el valor del token se basa en la utilidad que este tiene en dentro de su propia red blockchain o dentro del producto desarrollado, en la energía requerida para conseguirlo y/o en los dividendos futuros esperados. Por ejemplo, Bitcoin y Ethereum obtienen valor porque son el único medio para pagar las tarifas de las transacciones en sus respectivas redes y porque se requiere de alto esfuerzo computacional para adquirirlos.

Además, las compañías pueden aumentar su valor “quemando” (i.e. removiendo de circulación) cierta cantidad de tokens con el fin de disminuir la oferta. Para removerlos de circulación, los mismos creadores compran tokens y los envían a una dirección especializada, a la que nadie tiene acceso, por lo que no se pueden gastar. También existen plataformas como Ethereum que cuentan con funciones particulares para “quemar” los tokens.

Las bondades de las ICOs

El mayor atractivo de la ICO es que les permite a las compañías levantar capital público sin enfrentarse a la rigurosidad del proceso tradicional, logrando así, facilitar y democratizar el financiamiento público. Cualquier empresa que desea cotizar públicamente debe cumplir con un límite mínimo de ingresos y contar con historial probado. Además, debe preparar la documentación legal, específicamente el “prospecto” – un documento con información corporativa, legal y financiera de la compañía. En cambio, para lanzar una ICO solo se necesita un programador y una computadora con acceso a Internet. Y utilizando plataformas como Ethereum se puede lanzar uno en menos de 20 minutos.

Otro beneficio que una ICO les brinda a las compañías es el acceso a un mercado mundial de inversionistas, en el que pueden recibir dinero directamente desde cualquier país —sin negociaciones, sin depender de financiadores tradicionales, en cualquier momento y con la posibilidad de obtener dinero líquido instantáneamente. A diferencia de un IPO, en una ICO las compañías no se ven restringidas a recibir inversión solamente de inversionistas acreditados, sino que pueden recibir inversión de cualquier persona que haya sido verificada mediante el proceso sencillo de Know Your Customer (KYC) o inclusive, de personas no verificadas.

Además, si se decide listar el token creado en uno de los cientos de exchanges o casas de cambio de criptomonedas, éste se podría comercializar en cuestión de minutos, por tarifas muy bajas (0.2% en promedio), y con disponibilidad 24/7. Tener listado el token en un exchange es un objetivo de muchas de las startups que buscan legitimidad y mayor visibilidad dentro del Internet. Binance, el exchange más grande del mundo, cuenta ya con más de 300 distintos tokens disponibles para el trading y procesa un estimado de 1.4 millones de transacciones por segundo.

Todas estas razones han hecho que cada vez más startups opten por financiarse con una ICO, y se ha generado tanto optimismo en la comunidad, que la ICO se convirtió en un verdadero fenómeno. Se estima que, durante el 2017, las startups que emitieron ICOs lograron levantar cerca de 5 mil 600 millones de dólares, por lo que las startups recaudaron más capital por medio de ICOs que por medio de inversiones de capital de riesgo tradicionales.

Los riesgos y la regulación de las ICOs

Aunque las ICOs ofrecen una alternativa revolucionaria a modelos tradicionales para recaudar capital, siguen siendo riesgosas, ya que no son auditadas formalmente ni están completamente reguladas por las autoridades. Esto las ha convertido en herramientas muy efectivas para estafar por Internet. Por tal razón, la Comisión de Intercambio de Valores estadounidense decidió toma cartas en el asunto e implementó varias medidas durante desde el año pasado:

  • Emisión de la advertencia a inversionistas de que algunas ICOs y criptomonedas podrían estar violando las leyes de valores.
  • Levantó cargos del orden civil contra más de 30 compañías e individuos que promocionaban ICOs fraudulentas. Además, tiene abiertas más de 70 investigaciones.
  • Publicó un ejemplo del planteamiento y las páginas que hacen los estafadores.

Interesantemente, más agencias como la mencionada CFTC, la Red de Control de Delitos Financieros estadounidense y la SEC están comenzando a evolucionar sus posturas. La SEC está tratando a las ICOs como ofertas de valores –y, por tanto, utilizando el marco regulatorio de valores- mientras que a las criptomonedas le están dando tratamiento de monedas o commodities, y en ningún caso como valores.

Esta distinción está permitiendo que los jugadores tomen decisiones de acuerdo con lo que está pensando la autoridad, sin detener los procesos de emisiones. Por un lado, ha incrementado la cautela para realizar emisiones. Las compañías más serias están ya sea migrando a esquemas híbridos, que también incorporen levantamiento de capital de riesgo tradicional, o abriendo expedientes ante la SEC que cumplan las regulaciones de valores para que la autoridad conozca lo que están haciendo.

Por otro lado, esto ha causado que empresas ya establecidas tomen iniciativas al respecto: Robinhood anunció que va por criptotrading de costo cero, Goldman Sachs trabaja en una mesa de criptodinero y las firmas Andreessen Horowitz y Union Square están levantando sus propios fondos especializados en cripto y han ofrecido asesoría al gobierno para acelerar la regulación. Se espera que esta anhelada regulación mantenga protegidos a los inversionistas y acelere el sueño libertario de la democratización del levantamiento de capital, el cual revolucionará aspectos del crowdfunding y de los capitales público, de riesgo y privado.

Recomendaciones para entusiastas de las ICOs

Entre las recomendaciones que diversos tecnólogos han emitido para participar en las ICOs se encuentran:

  • Aceptar que la mayoría de las ICOs de esta primera generación de tokens probablemente no sobrevivan en el largo plazo.
  • Obtener información de sitios que han ganado prestigio por su seriedad, tales como Coinmarketcap.com, así como ICORating.com y Tokendata.io. Invariablemente, poner la información ahí obtenida bajo escrutinio minucioso.
  • Leer y entender a profundidad los white papers -aquellos documentos publicados por las ICOs que se quieren emitir, donde se describen aspectos como detalles técnicos del proyecto, perfil del equipo emisor, modelo de negocio y misión del criptoactivo-. Además, revisar que el white paper sea eminentemente original, ya que, por ejemplo, 271 de 1,450 documentos revisados por el Wall Street Journal presentaban plagios de otros white papers.
  • Validar la existencia y plena identificación del equipo ejecutivo. A pesar de que llegue a ser un trabajo detectivesco para diferenciar lo real de lo falso, no es raro que los equipos tengan miembros falsos, no divulguen empleados o no contesten correos.
  • Descartar cualquier oferta que diga que es “una oportunidad que no te puedes perder” o principalmente, que ofrezca un retorno garantizado, aún a pesar de que enumere los riesgos incurridos, pues está prohibido por diferentes regulaciones.
  • Contrastar la oferta con las recomendaciones emitidas por la SEC.

Renuncia de responsabilidad: La información aquí presentada es sólo con fines informativos. No pretende ser ni constituye asesoría financiera ni ningún otro consejo, es de naturaleza general y no es específica para el lector. Antes de tomar una decisión de inversión, debe buscar la asesoría de un asesor profesional de valores calificado y registrado y llevar a cabo su debida diligencia. Los autores no sugieren o solicitan una oferta ni son responsables de ninguna decisión de inversión que usted tome.

*Juan Carlos Murillo es ingeniero electrónico e informático mexicano y maestro en seguridad informática.

 

Publicada el 25 de mayo de 2018 en Forbes México.

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