La precaución necesaria en el reconocimiento de caras y por huellas dactilares

La precaución necesaria en el reconocimiento de caras y por huellas dactilares

Según los fabricantes tecnológicos, nuestras caras nos representan con más precisión que nuestras huellas dactilares, ya que sus resultados dan menos “falsos positivos”. El auge del reconocimiento de caras nos mueve a recordar brevemente los principales pasos del funcionamiento de este sistema biométrico:

  • Detección: se captura el rostro de la persona que se va identificar en el dispositivo elegido.
  • Extracción de características faciales. El programa obtiene la información biométrica de los rasgos faciales para conformar el “patrón biométrico facial”.
  • Comparación. Se coteja la información biométrica lograda con las almacenadas en una determinada base de datos. Como resultado se obtiene el porcentaje de similitud de la persona a identificar con los preexistentes en dicha base.
  • Toma de decisión. Se identifica el rostro como el que mayor porcentaje de similitud ha obtenido de los consultados, a partir de un umbral de coincidencia muy elevado.

Por su parte, las características biométricas de las huellas dactilares no varían o lo hacen muy poco, mientras que el reconocimiento facial debe tener en cuenta la postura y los gestos de la cara en el momento de la identificación. Estos son los pasos para que funcione el reconocimiento por huella dactilar:

  • Registrar la huella del usuario. Se puede hacer colocando su dedo en un aparato de reconocimiento de huella dactilar como un ratón óptico o un aparato de control de acceso. El sensor digitaliza el dedo del usuario y captura la imagen tridimensional de la huella dactilar.
  • El algoritmo específico extrae puntos particulares de la imagen y convierte la información en un único modelo matemático, comparable a un password con 60 dígitos. Este modelo único se encripta y se archiva para representar al usuario.
  • En el caso específico de los smartphones, el lector de huellas funciona de tres modos distintos:
  • Ópticos. Sensores que captan las zonas más claras y oscuras del  dedo para crear un mapa de la huella.
  • Capacitivos. Condensadores que reciben energía a través de los minúsculos salientes de las huellas.
  • Por ultrasonido. Se envían ultrasonidos a la huella y se recogen las diferentes intensidades para crear una huella en 3D con los resultados más precisos y seguros.

El despegue del reconocimiento de caras en la última década ha sido espectacular: transacciones bancarias, accesos a aeropuertos zonas de seguridad, y desde la llegada del reconocimiento facial a los smartphones, iniciado por Apple en 2017, uso y bloqueo de los móviles. Sus aplicaciones parecen ilimitadas, incluso en cuestiones sanitarias, para comprobar patologías que se reflejan en el rostro.

El siguiente paso es su regulación jurídica universal y efectiva. Una herramienta tan poderosa puede suponer un control excesivo y lleva aneja la necesaria protección de la privacidad, ya que en países como China se está utilizando de un modo que se aproxima  peligrosamente al fenómeno “Gran Hermano”. Como escribe el alto ejecutivo de banca Javier Arreola-Rosales en World Economic Forum: “A nivel internacional, no existe una regulación unificada para el uso del reconocimiento facial. En EE.UU., las leyes a nivel estatal y federal dejan a discreción de las autoridades de seguridad que puedan establecer sus propias políticas. Y la regulación debe ser una prioridad para los países latinoamericanos, que están inmersos en una profunda transformación tecnológica y con gobiernos interesados en utilizarla como el de la Ciudad de México, que va a utilizar esta tecnología en las 22 estaciones del metro más conflictivas para mejorar el servicio al usuario”.

Microsoft da ejemplo

El reconocimiento de caras es un caso claro donde la tecnología va más deprisa que los reguladores, pero hay derechos que deben ser protegidos. Compañías como Microsoft apoyan esta regulación ya que, por estar a la vanguardia en innovación, son muy conscientes de sus posibles implicaciones.

El posicionamiento más reciente de Microsoft en este sentido ha sido su negativa a vender su tecnología de reconocimiento facial a las autoridades policiales de California con el argumento de proteger los Derechos Humanos. Así lo ha explicado Brad Smith, presidente y director legal de Microsoft. El objetivo de la policía era hacer un escaneo facial de a todas las personas detenidas. Microsoft entendió que esta operativa podría aumentar las detenciones e interrogatorios con el fin de ampliar la base de datos policial y así contrarrestar la numerosa presencia de hombres blancos en ese registro.

En su declaración pública, Smith puso el énfasis en el compromiso que deben tener las empresas con la defensa y protección de los Derechos Humanos, que una expansión descontrolada de la tecnología pone en una nueva situación de riesgo. Como ejemplo de su compromiso con la transparencia, Microsoft ya pide a sus clientes que le informen de cómo y para qué fines utilizarán la tecnología de reconocimiento facial.

Publicada el 25 de abril de 2019 en CucoRent.

Next Post:
Previous Post:
This article was written by